Los números romanos
Lee atentamente el tema de los números romanos y escribe en tu cuaderno de
Español un resumen de cinco renglones.
LOS NÚMEROS ROMANOS: Usos actuales de los
números romanos Se emplean muchas veces para numerar los capítulos de los
libros, para marcar las horas de algunos relojes y en el lenguaje escrito para
señalar la numeración de los siglos (siglo XI, siglo XX), la numeración de los
reyes y nobles (Juan Carlos I, Enrique VII). La numeración romana fue desplazada
completamente por la arábiga como sistema de representación numérica en
Occidente desde finales de la Edad Media. Los números romanos solo perviven hoy
en los siguientes contextos de uso, casi siempre con sentido ordinal: a) En
monumentos o placas conmemorativas, para indicar los años: MCMXCIX [= 1999]. No
obstante, hoy es más normal usar números árabigos también con esta finalidad. A
imitación de los antiguos modelos de inscripciones lapidarias latinas, es
posible encontrar en algún caso que los grupos que corresponden a los millares,
las centenas, las decenas y las unidades se separan con un punto situado a media
altura: M·CM·XC·IX. b) En las publicaciones periódicas, para señalar el año al
que corresponde cada ejemplar desde que comenzó su edición: El País. Lunes, 6 de
septiembre de 2010. Año XXXV. Número 12131. En este uso alternan con los números
arábigos. c) Para indicar los siglos; en este uso se posponen siempre al
sustantivo: siglo XIV, siglo XXI. No deben emplearse, con este fin, los números
arábigos, uso poco común y ajeno a nuestra tradición ortográfica: ⊗siglo 21. d)
Para indicar las dinastías en ciertas culturas; se anteponen normalmente al
sustantivo al que determinan: los faraones de la XVIII dinastía. Con este fin
alternan frecuentemente en el uso con la abreviatura del numeral ordinal
correspondiente: la 18.ª dinastía. e) En las series de papas, emperadores y
reyes de igual nombre, y siempre pospuestos a este: Juan XXIII, Napoleón III,
Felipe IV. f) En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes,
festivales, etc., y siempre antepuestos al nombre correspondiente: IV Congreso
Iberoamericano de Bioética, XIII Muestra de Cine Independiente. Si el número
resulta excesivamente complejo, se prefiere, en su lugar, el uso de las
abreviaturas de los numerales ordinales: 78.o Campeonato Mundial de Ajedrez. g)
En la numeración de volúmenes, tomos, anexos, partes, libros, capítulos o
cualquier otra división de una obra, así como en la numeración de actos, cuadros
o escenas en las piezas teatrales: tomo III, libro II, capítulo IV, escena VIII.
Como se ve en los ejemplos, se escriben siempre pospuestos al sustantivo al que
se refieren. En muchos de estos casos pueden sustituirse por las abreviaturas,
antepuestas o pospuestas, de los numerales ordinales correspondientes: tomo 3.º
o 3.er tomo, capítulo 12.º o 12.º capítulo; e incluso por números cardinales,
aunque en ese caso el número solo puede ir pospuesto al sustantivo: tomo 3,
volumen 2, capítulo 7.
Los Romanos usaron un sistema de numeración en la Antigüedad. Tenían un
método para sumar o restar obteniendo cualquier número a partir de
combinaciones de símbolos. Para los romanos estas letras latinas tenían el
siguiente significado: I=1, V=5, X=10, L=50, C=100, D=500 y M=1000. -Por
ejemplo para representar el 2 usaban II, o sea sumaban I más I. El 20 era XX,
el 200 era CC, etc. Pero VV no estaba permitido, pues existe el X para
representar al 10.Lo mismo pasa con LL para el 100 porque se usa C y DD no se
usa para el 1000 , lo correcto es M. Para recordarlo mejor: siempre coloca el
valor más alto posible para representar un número. -Otra regla es que los
símbolos sólo podían repetirse consecutivamente hasta 3 veces. Aunque era
común encontrar el 4 escrito IIII. La restricción planteaba que para escribir
el 4 era necesario restar 1 al 5: IV. -El mecanismo de sumar y restar seguía
unas normas: La letra I colocada delante de la V o la X, les resta una unidad
( IV=4) (IX=9); la X, precediendo a la L o a la C, les resta diez
unidades(XL=40, XC=90) y la C, delante de la D o la M, les resta cien unidades
(CD=400, CM=900). En otro caso las letras van sumando sus valores. Para
números grandes se usaba una raya encima indicando que su valor iba
multiplicado por 1.000. Por ejemplo el 1.000.000 se escribe con M y una raya
encima; el 5.000 es el V con la raya horizontal encima.